Durante casi 30 años trabajando en el escenario digital con el equipo de mi agencia entendimos hace mucho tiempo que una de las métricas más inútiles es el número de seguidores en plataformas digitales, pero es esta métrica a la que en la pyme de Latinoamérica se le presta mayor atención. El pequeño y mediano empresario le exige a su equipo de comunicación y mercadeo que dentro de los informes del comité de mercadeo le presenten la métrica, cosa que no tiene por qué estar mal, pero esta métrica solamente sirve para subir y bajar el ego de ese empresario, para absolutamente nada mas y esto ya está muy demostrado estadísticamente.
Cuando digo demostrado estadísticamente estoy trayendo a la mente consolidados de datos de muchos años de medición que hemos hecho para la pyme y aquí de ninguna manera deben incluirse las métricas de grandes influenciadores o celebrities porque su realidad es muy distinta, sus recursos e infraestructura son distintos y lo que esperan las audiencias también.
El número de seguidores en el proceso de interpretación de datos estadísticos solamente le sirve a ese empresario pyme cuando se cruza contra el engagement, o sea la participación de la audiencia, y ese cruce le permite entender la influencia real de la marca de cara a sus públicos objetivo. Entender ¿qué medir?, ¿cómo medir? y ¿cómo interpretar lo que se mide? sigue siendo un reto para los pequeños equipos de marketing.