Es necesario buscar mecanismos para cancelar el ‘podría’ de nuestras vidas, es un ladrón de tiempo. Hay productores de contenidos que lo entienden muy bien e intentan extraviar a las personas con sus titulares rebosantes de expectativa y carentes de valor, carteristas de minutos.
El ‘podría’ es una trampa que apunta a silenciar los bombillos de la mente para transformar tontería tras tontería y muy lentamente al lector pensante en un escaneador de timelines, un náufrago de títulos, en el consumidor de resúmenes que caza la novedad. Microsoft podría lanzar tal o cual producto, La marca X podría estar pensando en hacer presencia en…, Apple podría estar trabajando en…, ¿qué puede ser más inútil que dar click y leer ese contenido que normalmente no lleva a un destino?.
A diferencia de algunas décadas atrás, el suministro de información ya no está racionado, sino que el grifo hoy se ha abierto de par en par y en medio de ese derrame de letras, números, fotografías, videos, ideas de todos los colores y sabores, nos encontramos vos y yo, pero también todos ustedes, con una capacidad limitada de procesamiento de datos, con las horas contadas y sin flotador – en muchos casos -.
Es necesario buscar mecanismos para cancelar ese ‘podría’ de nuestras vidas, que se filtra en forma de publicación o pensamiento encarnado en medio de la saturación, aquel que trae consigo fatiga y confusión.
El mecanismo, ese filtro se desarrolla con callo y tiempo y es el criterio que se fortalece con la educación y la experiencia.