Antes de cualquier cosa debo mencionar que Google ha sido una #LoveMark desde hace mucho tiempo, desde siempre, pero hoy Google ya no es Google, hoy Microsoft y Facebook tienen más ADN de Google, más alma Google que la misma empresa del buscador.
Las personas que me conocen bien saben que trato de “hacerle el quite” a los productos de Microsoft desde hace años, empezando por el sistema operativo que reemplacé desde la versión XP por Linux hasta hace poco que debí empezar a usar Windows 10 alternado con Ubuntu.
El cierre o abandono de productos maravillosos con millones de amantes que no estaban dispuestos a reemplazarlos voluntariamente, como el Google Reader o Feedburner, por mencionar algunos de tantos; maravillosas ideas mal desarrolladas como Google+ – más intranet que Red Social – que fueron despiezándose en pequeñas buenas ideas, casi todas mal desarrolladas y sin éxito, todo esto y mucho más da una visión de que Google está perdiendo el alma de cara al usuario final, de cara a la modernidad, pero sobre todo, de cara a estar en la mente, el corazón y en el bolsillo del individuo del común.
Mientras Google da vueltas sacando al mercado una, dos y hasta tres aplicaciones de chat – texto, audio, video – sus productos estrella no reciben actualizaciones importantes que mejoren la experiencia del usuario, productos como Gmail (para el cual generan una alternativa inoficiosa como Inbox) o Calendar (al cual hay que instalarle en Chrome un componente para que no se vea tan antiguo frente a otros calendarios como Sunrise), mientras Google da vueltas como un perro persiguiéndose la cola o se distrae como un niño rico con tantos juguetes que no sabe para donde ver ni cual usar, – y se puede dar ese lujo porque son reyes de reyes -, empresas como Microsoft o Facebook con músculos financieros igual o más potentes, se concentran en aquello que las personas tienen clavado en su corazón, en unificar, en integrar, porque si lo pensamos bien, tanto el individuo de andén como el individuo corporate desea en lo más profundo de su pellejo no tener que pasar de una herramienta de una compañía a otra, no desea pagar varias facturas a varios proveedores sino hacerlo todo con una sola herramienta, con una sola compañía.
Pero, ¿será que Google no puede hacerlo? Al ver las creaciones año tras año, todos los amantes de la tecnología pensamos que se encaminaba para que en un sólo lugar muy Google, las personas y compañías pudiéramos integrar las herramientas de ofimática, las aplicaciones de comunicación y productividad y cada juguetico útil, integrarlo todo en un Podio muy Google, pero no fué y no ha sido así hasta la fecha.
Microsoft, los dueños del sistema operativo Windows, los dueños del negocio corporativo, sacan Microsoft Teams y allí integran su Office, Skype y demás juguetes que le van a permitir a los millones y millones de clientes en todo el mundo hacer eso que Google pudo hacer en primera instancia y que no se ve cuándo.
Facebook, de quien no se esperaba tanto más que ser la red de redes, ha creado Workplace y perfecciona los pequeños productos como Messenger y los integra en ese espacio que todos buscamos desde hace tiempo. Facebook es el rey de los datos personales, más de mil millones de personas de todo el mundo convergen en la red azul para conectar unos con otros, para dejar una traza de información que define el “quienes somos, qué deseamos, para dónde vamos”. Facebook en un sólo lugar permite que las empresas tengan su tienda sin salir de Facebook, sus playlists de videos, un Zopim en el inbox, transmisiones realtime con video, sus amores y sus amantes, todo en un solo lugar.
¿Quién exorcizará a Google? ¿Quién lo hará con alguien que más que creerse un dios de Internet, lo es? Mi generación recuerda hoy a Yahoo! cuando, en su época era el Google de turno.