No soy de callarme aquello que quiero decir y hoy tengo mucho mal genio porque uno de nuestros clientes, uno de esos clientes con los cuales da gusto trabajar porque son buenas personas, se esfuerzan para apoyar a su agencia, se les propone y hacen, hacen sin que se les proponga, uno de esos “clientes unicornio”, nuestro cliente debe dejar de trabajar indefinidamente debido a un tema médico.
¿Por qué me da mal genio? Porque a los apasionados como él y como yo nos duele mucho si nos quitan nuestros amores y uno de ellos es el trabajo.
Aquí hay una lección de vida para los highlanders, para aquellos que se creen inmortales, para quienes creen tener un contrato que les garantiza que se van a levantar cada día y hacen lo mínimo, porque el éxito duele y ese dolor es maravilloso gracias a que moldea el carácter. No tenemos los ojos, las piernas, la salud garantizada y en cualquier momento, incluso siendo alguien juicioso y organizado como nuestro cliente, podemos ser objeto de situaciones médicas que nos inhabiliten para seguir haciendo lo que amamos.
La invitación es a levantarse más temprano, a acostarse más tarde, a esforzarse lo necesario para lograr los sueños pero siempre siendo conscientes de los límites para nunca superarlos.
Yo le contaba a él hace unos días que en una revista científica leí sobre una prueba que habían realizado en otro país para verificar si las oraciones de las personas tenían algún tipo de influencia; en la prueba un paciente terminal estaba en una ciudad conectado a una serie de aparatos médicos y su familia estaba en otra ciudad en la habitación de un hotel. A los familiares les pedían que pensaran en él y que oraran, una escena muy conmovedora porque era inevitable verlos llorar. Cuando toda la familia oraba por él, en la otra ciudad los científicos veían cómo habían cambios en los indicadores del paciente.
Pues nuestro cliente está en nuestras oraciones.
El trabajo es bueno y deleitoso cuando se entiende el valor de que «se sirve para vivir», oro también por ése unicornio, bendiciones.
Un abrazo y gracias.