Estamos hechos de personitas, somos recipientes llenos de ellas, muchas se suben y se queda para siempre entre la piel y la carne y otras prefieren lanzarse desde lo alto de la espalda.
Imaginémonos ancianos, enfermos y solos. Ahora imaginémonos en la misma circunstancia pero acompañados de una buena mujer.
¿De qué tipo de personitas nos estamos llenando hoy?
Carlos Cortés