Normalmente las personas sabemos lo que queremos pero, en muchos casos, no tenemos idea de lo que realmente necesitamos.
No solo en Social Media sino en casi cualquier escenario, a las personas no hay que darles lo que quieren sino lo que necesitan.
Imaginen un cliente de cuenta social media que pide que se hagan 10 publicaciones diarias porque es lo que siempre ha hecho. Quien lo asesora está en la obligación de mostrarle el camino correcto a partir de modelos metodológicos que le permitan lograr los resultados esperados incluso con una o dos publicaciones diarias, si fuera el caso.