Al producto / servicio se le construyen los argumentos de comunicación alineados con los valores de la marca y con el objetivo que se desea lograr; estos argumentos se convierten en mensaje comunicacional acercándose a la audiencia buscando detectar la masa crítica a quien se refuerza el mensaje con nuevos argumentos complementarios. En este proceso se genera interacción con los individuos que presentan algún tipo de interés y éste se detecta para, dependiendo del resultado, acercar las distintas opciones de compra que el individuo evaluará al punto de tomar la decisión de activar la compra ya sea en analógico o digital desde donde se deberá activar la retroalimentación después del uso a través de la construcción de una comunidad de clientes o el monitoreo de sus apreciaciones a través de los distintos puntos de contacto que la marca tiene con su audiencia.
A los compradores, en el proceso de monitoreo, se les separa de la audiencia con el fin de reforzar y presentar nuevos mensajes con relación a productos / servicios similares o complementarios a los ya adquiridos repitiendo todo el proceso desde ese punto.